Con propósito.

NOTA DEL ADMINISTRADOR-EDITOR DEL BLOG

Imagen de la cabecera: Fragmento del cuadro de Mariano Carabias: "Mi madre" (retrato de nuestra madre. AQUÍ podéis verlo en su blog)

Este blog nace enlazado al resto de mis blogs, pero quiere ser el espacio donde se ordene todo lo referente a este poemario. Iré subiendo, a medida que se produzcan y conozca, las reseñas o noticias que se generen a su alrededor. Por tanto, como es obvio, su recorrido es corto; pero no me importa.
Si alguien lee el poemario y me remite su comentario de lectura del mismo, lo subiré al blog tal cual, como una entrada más. Y esto con independencia de que tenga o no su propio blog. De algún modo pretendo que sea la página del lector.
Ya sé que es una pretensión muy elevada por mi parte, pero por soñar que no quede.
Gracias de antemano.

lunes, 13 de mayo de 2013

Mariluz GH en La Esfera Cultural

Aquí dejo la reseña que Mariluz publicó el pasado 11 mayo en "La Esfera Cultural".  Pulsando aquí se accede a la entrada original. Y si lo hacéis aquí, accedéis a su blog "Entre la imagen y la palabra"


Quizá un martes de otoño

Dedicatoria de un poeta
El año empezó en invierno, como todos los años, pero a mi me trajo aires de otoño.

A mi me gusta leer poesía y debo añadir sin pudor que no se me da mal su recitado. Pero es que con poemarios como "Quizá un martes de otoño" es imposible no dejarse llevar por la cadencia, el ritmo y los silencios que Amando ha ido labrando en cada verso.

En su dedicatoria me hace cómplice de su desasosiego y es que él sabe de mi orfandad y lo que supone ir aceptando que la vida de nuestros amados padres no es eterna. Aunque él quiera eternizarla en esos huecos que el día le permiten ser mejor hijo.

He leído el poemario en orden y de un tirón. Lo he vuelto a leer abriendo al azar y dejando

que los ojos fuesen a los versos sin orden ni concierto. Pero el culmen de la comunión con el poeta, llegó el día que decidí seguir -reloj en mano- su cronología exacta y precisa. Déjame decirte, Amando, que a través de tu desasosiego he llegado a sentir el amor de mis propios padres; de mi querida madre. Me llevaste a la conclusión de que ojalá Dios (o las fuerzas que nos gobiernen) no nos permita vivir todo cuanto somos capaces de soportar. Llegados a ese punto, cerré el libro y lo puse en la estantería de la cabecera. Su misión la ha cumplido con creces. Y con humildad te digo que la tuya, como hijo-poeta, también.

Gracias por la catarsis.

Isolda me lo regaló y Amando me lo dedicó el mismo día de su presentación. Gracias infinitas por la generosidad de ambos.

Reseña: Mariluz G.H.