(Publicado también en Pavesas y cenizas)
Hoy hará una semana que Quizá un martes de otoño fue presentado en el café literario Libertad 8 de Madrid.
Hoy hará una semana que Quizá un martes de otoño fue presentado en el café literario Libertad 8 de Madrid.
Sin
embargo hasta estos momentos he permanecido en silencio, no porque las cosas
fueran mal o regular allí —más bien sucedió lo contrario—, sino porque quien de
algún modo protagoniza el poemario, aunque esté oculta en la sombra y sea referencia
de los versos, volvió a sufrir en su organismo otro martes terrible, no el de
otoño que da título al libro, sino en pleno invierno.
Pero
por suerte, y a pesar de estos días tan difíciles, la amistad toma el mando de
las operaciones.
Fer
es alguien muy especial para mí. Nada tiene que ver con el mundo de la poesía,
pero tuvo el ánimo de presentarse en el café. No sólo él, sino su gran
compañera, su cámara fotográfica, con la que plasma pedazos de su vida. Parte de
estos instantes poco a poco, los va subiendo al blog que lleva: FdeGustín. Momentos
fotográficos.
Aquí os dejo el enlace a la entrada que se ha convertido en un reportaje sobre
aquella tarde que fue hermosa, muy hermosa, a pesar de que el filo de la navaja
ya se abría siniestro. Y que tiene el valor añadido (al menos a mi modo de ver) de tratarse de la mirada ajena al mundillo poético. Es decir una mirada diferente de otras que puedan haberse producido, o se produzcan.
Aquí dejo también una de las fotografías de su reportaje:
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Un aspecto general de la sala con parte de los asistentes al acto. |
2 comentarios:
me ha gustado tu blog
me quedo por aqui para leerte
Me ha gustado muchísimo este reportaje. Es casi como si hubiera estado allí.
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